Momentos en los que solo hay una oportunidad, en los que quieres hacer algo. Si lo piensas dos veces no lo harás y después puede que ya no se pueda. ¿Por qué no correr el riesgo? si es lo que te apetece hacer, no es nada malo ni perjudicial. es entonces cuando apartamos la parte racional y simplemente nos dejamos llevar, como cuando sonríes al ver a alguien sin querer, gritas de rabia o alegría, da un abrazo o las miradas delatan. Y es que todos tenemos ese subconsciente que nos traiciona y acaba mandando sobre la razón.
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