Desde pequeña María jugaba en la playa, donde hacia castillos de arena. Conforme se hizo adulta se marcho a la ciudad, se caso, tuvo hijos y nietos. Al cabo de sesenta años regreso a su tierra, volvió a su mar el que mil veces vio cuando era una niña. A María le había dicho que no le quedaba tiempo para tratar aquel cancer que la consumaba. Hundió sus pies en la arena y dijo por su piel,ahora arrugada, resbalanse las lágrimas. En silencio se despidio y caminó mar adentro. El mar fue apagando aquella llama que poco a poco se estaba extinguiendo que llevaba por nombre María.
Me ha gustado el relato, sobre todo la frase final
ResponderEliminarBesos, Keep up the good work! ;)