sábado, 20 de noviembre de 2010

Alas Rotas Capitulo cuatro

Capítulo cuatro: Insoportable
El tiempo parecía no pasar y, de vez en cuando, miraba a Uriel para asegurarme de que era el mismo de mis pesadillas. Él parecía también perdido en sus pensamientos.
-Señorita Liria-me nombró el profesor-le importaría explicar con sus palabras lo que acabo de decir a sus compañeros.
Toda la clase se volvió hacia mí y me miraba impaciente. Titubeé hasta que alguien interrumpió. No podía creer que Uriel lo explicara y así me salvara de quedar en evidencia. Guardé la carpeta en la mochila para evitar que el profesor la viera y el resto del tiempo presté atención.
-Para mañana los diez ejercicios de la página sesenta-hizo una pausa mientras los ojeaba-los recogeré.
Sonó la sirena que anunciaba el final de la clase y salí emocionada. Por fin tenía deberes. Todos los demás hablaban cuando vi salir a Uriel. Me apresuré y aligeré el paso para agradecerle su intervención.
Salió con paso decidido hacia el exterior, los pasillos repletos de alumnos hicieron que no pudiera avanzar como quería. Cuando conseguí salir tomé una bocanada de aire y lo busqué con la vista.
-¿Buscas a alguien?-esa voz me hacía estremecerme-¿Estas bien?
Me giré y lo tuve en frente apenas unos centímetros de mí.
-Sí, creo...solo quería agradecerte por tu ayuda en clase.
-Vale...ya te puedes ir
Un sentimiento que hace mucho no había sentido hizo que mi mano se alzara para chocar contra su mejilla pero su reflejo la detuvo a escasos milímetros.
-Ya te lo dije ¡No me toques!
Quise que Will apareciera y me defendiera estaba aturdida por su mirada que me hacía meterle pero a la vez un cosquilleo se hacía eco en mi estómago.
-¿Por qué no te puedo tocar? ¿Eres de oro o qué?
-Solamente no me toques ¿entendido?-soltó mi mano y caminó hacia el jardín-Espero no tener que repetirlo
Me quedé allí hasta que la sirena volvió a sonar para avisar que la próxima clase iba a empezar, finalizando el intercambio entre clase y clase. Volví al interior aun confusa pareció que podía ser amable pero ya veía que iba a ser complicado. Saqué el pequeño mapa que tenía del colegio y lo seguí hasta la clase de francés para principiante. Nada más llegar la profesora mando a callar a todo aquel que hablaba. Su pelo cobrizo caía a sus hombros y sus ojos verdes nos revisaban con la mirada para asegurarse de que nadie lo hacía. Detuvo su mirada en mí.
-Tú debes de ser la nueva ¿no?

-Sí, soy...
-Solo contesta a mis preguntas-dijo interrumpiéndome-Ya sé quién eres
Una frase en francés que nadie entendió debido al tono tan bajo en el que lo dijo. La clase paso rápida, en mis pensamiento había una mirada que no podía apartar de mi cabeza por más que lo intenté. El resto del día no fui capaz de concentrarme en ninguna clase. Había llegado dispuesta a aprender pero Uriel se apoderaba de mis pensamientos.
El timbre sonó y los pasillo se llenaron de alumnos y alumnas de diferentes cursos. Algunos eran recogidos por lujosos coches y otros simplemente conducían los suyos propios. Esperé a Marian o alguien que me recogiera, pero durante más de una hora nadie llegó. Entonces me arrepentí de no haber aceptado la invitación de llevarme a casa de Salma y lentamente comencé a andar hacia la gran cancela para salir e intentar llegar a casa de la mejor manera posible.
A mitad de camino el rugir del motor de una moto me hizo girar y ahí estaba él, en su moto roja y negra, tal y como lo había visto el día que su moto choco contra mí. Un olor a gasolina invadía mi nariz, produciendo que me tambaleara sobre el sitio. Cerré los ojos y respiré hasta que me encontré mejor. El ruido de la moto ceso, por lo tanto, deduje que se debía de haber marchado. Abrí los ojos y se había parado un poco más adelante. Varias sensaciones recorrían mi cuerpo a la vez. No podía avanzar parecía que mis pies se habían quedado allí pegados al suelo. Temblaba de arriba abajo y el corazón parecía que se me iba a salir del pecho. Camine como pude con paso lento y lo pase intentando hacer como la que no se había dado cuenta de su presencia.
-Espera-pero no me detuve seguí caminando aún estaba enfadada por su actitud de antes-¿te llevo a casa?
Lo ignoré sabía que era una tontería no aceptar ir con él.
-Pues no te lo voy a decir dos veces tus veras que haces...
Volvió a sonar el sonido del motor de la moto y ahora fue él el que me sobrepaso a mí. Observé como se perdía al final de la calle. Seguí caminando hasta que comenzó a anochecer sin saber a dónde iba, estaba perdida en algún sitio desconocido. Entonces el agotamiento comenzó a hacer de las suyas. Creí que si seguía caminado las piernas me fallarían y caería allí. Por primera vez en mucho tiempo desee ser un ángel de nuevo, solamente para evitar la fatiga producida por el cansancio.
Al fin tras mucho tiempo dando rumbos pude leer un cartel que se me hizo conocido. “San Nicolás-cuatro kilómetros” Parecía que nunca iba a dejar de ver campo alrededor y nadie mejor que yo sabía los peligro de aquello. Un escalofrío me recorrió y un recuerdo desagradable se hizo sentir en mi cabeza.
Como imaginé las rodillas me fallaron y caí al asfalto. Me quede allí, sin moverme temblando de frío y de miedo. Parecía que esto no iba a ser fácil y entonces desee que WillAudi, paró a escasos metros y dio marcha atrás, desee correr pero no podía y yo lo sabía estaba exhausta de tanto caminar. Así que confié en que Will me protegiera.
El coche estaba frente a mí y la silueta de un hombre bajando de él y caminando hacia mí no hizo que mejora. Cerré los ojos y desee con todas mi fuerza de que fuera... Uriel. ¿Por qué en la única persona que pensé fue Uriel?
Unas manos me tocaron y la repulsión que sentí hace años me hizo caer al suelo de nuevo. Pude sentir el frío de mis lágrimas deslizándose por mi rostro.
-Liria todo está bien-esa voz, esa voz la conocía y muy bien.
Abrí los ojos y ahí estaba él. Me levanté, lo abracé fuertemente
-¡Eres un tonto!-le reproché entre sollozos.
Me quedé allí abrazada a él, me daba miedo soltarlo y que se desvaneciera.
-Me has dejado sola-las lágrimas no cesaban-¿Cómo has podido?
-Lo siento mucho, pero ya sabes las normas-pasó sus manos por mi espalda-Prometí cuidar de ti y así lo haré.
-Lo sé, te he echado tanto de menos Will. No te haces una idea...
-Creo que sí. Tengo que ponerte a salvo y marcharme cuanto antes.
-¡No!-me aparte de él y a pesar de la oscuridad que se cernía cada vez más sobre nosotros busque sus ojos-¡No me puedes dejar sola!
-Liria sabes como yo las normas y al venir he tenido que saltarme algunas aunque Lucia me ha ayudado, no puedo ponerla en juego también a ella. Esta es tu misión, es lo que tanto has añorado-Me abrazó de nuevo con más intensidad.
-Está bien, lo entiendo.
-Recuerda que siempre estoy a tu lado, siempre y cuando él no lo está-me susurro al oído.
Tras unos minutos abrazados en aquella carretera, se separó de mí y camino hacia el lugar del conductor sin decir ni una palabra.
-Móntate, te llevare a casa.
-Si-abrí la puerta y me acomodé en el asiento del copiloto.

El viaje transcurrió con normalidad aunque el tema de conversación fue mi primer día de clase y todo aquello que él no podía ver por la cercanía de Uriel.
Una vez llegamos se instaló el silencio entre ambos. Salimos un suave beso en la mejilla me hizo estremecer y sentir la necesidad de abrazarlo.
-Te prometo que pronto nos volveremos a ver.-sus ojos denotaban una gran tristeza-Siempre que pueda estaré cerca.
Regresó al coche y se alejó a gran velocidad mientras el coche se desvanecía en la oscuridad de la noche.
Caminé y me detuve al ver la moto de Uriel aparcada inconscientemente caminé hacia ella y le di una patada como consecuencia de su actitud. La moto cayó al suelo formando un estruendo que hizo que él saliera rápidamente hacia donde yo estaba. Estaba parada en frente, sin moverme, me había propuesto ignorarle y tirar su moto no fue la mejor de manera.
Furioso vino hacia mí al ver que su moto estaba tirada. Me miró y ni siquiera me inmute, el miedo que sentía cuando me miraba desapareció y la ira ocupó su lugar.
-¿Estás loca o qué?-me preguntó con voz ronca mientras levantaba la moto.
-¡No! Y no te creas que soy como las demás porque te equivocas, no vas a pasar por encima de mí porque seas atractivo... ¡Ni lo sueñes!
Las comisuras de sus labios se elevaron hasta formar una amplia sonrisa que acabó en carcajadas
-Eres muy graciosa pero deja de aparentar lo que no eres.
Intenté contenerme pero fui incapaz corrí echando humo hacia él y sin pensarlo dos veces le di un tortazo.
-Pero eres..... ¡Que no me toque!
Ya volvía a sacar su lado insoportable creyéndose un dios o algo parecido. No podía con él me sacaba de quicio su....
Camine rápidamente hacia la puerta y entré cerrando esta de un portazo y continuó con el mismo ritmo hasta llegar a mi cuarto. Dejé caer mi cuerpo sobre la cama y cerré los ojos no podía más y el sueño no se hizo esperar.
Sonó el despertador e intente apagarlo pero no pude. Cada vez que me movía mi cuerpo dolorido se quejaba. Golpecitos provenientes de la puerta hicieron que me levantara abrir. No me lo podía creer otra vez el, pero ¿por qué no me dejaba en paz?
Respiré hondo antes de contestarle malamente.
-Vaya, podrías a verte cambiado ¿no?
-Si vas a empezar otra vez ya sabes cómo salir de este pasillo.

-Tranquila solo venía a avisarte de que hoy no hay clases y que mis tíos no vendrán.
-¿Porque no hay clases?-pregunté confusa
-Está nevando-quedó pensativo-extrañamente se ha llevado toda la noche nevando y no se puede salir.
-Vale, gracias por la información. Adiós-Fui a cerrar la puerta pero él puso el pie para que esta no se cerrara.- ¿Qué haces?
-Creo que tenemos que hablar.
El corazón me palpitaba rápido ¿de qué quería hablar conmigo? ¿Que se proponía esta vez? ¿Por qué mi fuero interno deseaba que no se fuera? Estaba tan confundida y aturdida que abrí la puerta para que entrara.

5 comentarios:

  1. Hola Patricia! Soy Verónica del blog Dragonfly. Acabo de dar con tu blog y tu historia me gusta mucho, está muy currada. =)
    Ya me he hecho seguidora tuya, si quieres y te interesa pásate por mi blog y afiliamos. Además, tengo un concurso en marcha por si quieres participar. =)
    Un besito!

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  2. Gracias por tu comentario Verónica, me alegra que te guste la historia y espero que siga así :)

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  3. Como me esta empezando a gustar pero he visto un error que no lo he entendido muy bien. pone "entonces desee que WillAudi" por todo lo demás solo decir que QUIERO EL CAPITULO 5
    Te quiero guapisima :)

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  4. Hola!!, me llamo esther y he encontrado tu blog gracias a Bea. Te explico hay un concurso y tu libro esta entre los de la encuesta. Yo tengo muchos y el tuyo no le conocía asi que estaba buscando informacion para ver como era. Sin duda voy a elegir el tuyo XDD.
    Un besote y te sigo!!

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