domingo, 25 de septiembre de 2011

Olor a soledad...

Llegué a casa y todo era silencio. Pasé por delante de la cocina, creí escucharlo canturreando una de sus canciones mientras cocinaba. Deje el bolso y los papeles sobre la mesa del salón pero al entrar en el baño creí verlo cepillándose los dientes, mirándome y sonriendo.  Una vez en la cama acurrucada pude sentirlo abrazado a mí, acariciando mi pelo y susurrándome un sincera te quiero. Me volví para él pero no estaba, se había ido. Ahora solo existíamos una casa vacía y yo. Ya no vería su sonrisa cuando me veía, no sentiría sus abrazos ni olería su perfume por la casa. Abrir el armario vacío y los cajones aún con su ropa que esperaban su vuelta. Las fotos seguían sobre la cómoda y su despertador sonaba cada mañana pero el ya no besaba la frete al levantarse.  Sentí un dolor tan profundo que creí morir. La necesidad de él me estab comiendo por dentro. Nunca se iría aquella sensación de soledad, aquella tristeza que me acompañaba. Cerré los ojos fuerte y recordé cada momento con él. Cada beso, cada sonrisa, cada simple “te quiero”…


[Si lo leéis mientras lo hacéis poned esta canción =) ]


1 comentario:

  1. Hola,acabo de descubrir tu blog y me he hecho seguidora.

    He visto que tienes una novela autopublicada,si no te importa voy a hacerte publi en mi blog.

    besotes

    ResponderEliminar